"Este año se lo dedico a mi beba"
http://miradas.cablevision.com.ar/seccion/entrevista
Gracias a @MeliRueda_
"Mi hija es el proximo proyecto mas importante"
REVISTA 7 DIAS(15/04/2012)
"Nuestra hija va a ser la mas mimada"
A punto de ser mamá y de estrenar su primera película, Griselda Siciliani revela cómo es la intimidad del momento más intenso de su vida. "Adrián (Suar) es un gran compañero, está atento siempre a todo lo que quiero", confiesa.
Por Melisa Miranda Castro
Su simpatía traspasó la pantalla desde que interpretaba a Flor, la secretaria enamorada de Nilsen (Adrián Suar) en "Sin código", y a pesar de que la caracterización hacía casi imposible reconocerla, de ahí en más, sólo sumó popularidad con los papeles que siguieron. Fue el directivo de Canal 13 quién descubrió esa chispa en ella mientras formaba parte de "Revista Nacional" y la llevó directo a la televisión. Así fue cómo la bailarina se consagró como comediante, ámbito en el que demostró moverse con soltura y comodidad.
Este es un año clave para Griselda Siciliani, ya que está a punto de ser madre por primera vez junto con su pareja, Adrián Suar, y cumplió uno más de sus más ansiados desafíos profesionales: debutar en el cine. Esperó mucho para esto, pero finalmente dio sus primeros pasos de la mano de Armando Bo (nieto) en "El último Elvis", donde accedió a hacer una transformación total de aspecto, tiñéndose de rubio y luciendo muy desmejorada para encarnar a su personaje. Además, como plus, trabajó junto a compañeros que no eran actores. "Tuve otras propuestas, algunas más interesantes que otras, pero después no las podía concretar por el tiempo, por estar grabando para televisión, por estar haciendo alguna obra. Pero nunca hubo un proyecto en el que yo dijera, acá hago lo imposible por filmarlo aunque esté haciendo otra cosa. Entonces llegó esto. Yo estaba haciendo un programa de televisión, pero me organicé porque sentía que el guión, la estética que proponía Armando, el personaje, eran un desafío fuerte. Era cambiar mucho, afearme, hacer algo que nunca había hecho, un personaje con un color diferente. Desafíos que no me quería perder", explica a 7 DÍAS.
–¿Qué fue lo que más le costó de encarar este personaje?
–Eso de estar muy seca, muy hosca. Es un personaje muy apagado, con cero histrionismo, cero brillos y luz, no tiene simpatía. Es todo lo opuesto a mí, es opaco y triste, es un personaje muy envejecido. Es muy diferente a lo que es mi vida. Es una mujer más grande que yo en edad, que trabaja de cajera en el supermercado, que se separó y tiene una hija con un hombre al que no soporta, que no la ayuda en nada. Es una mujer que está un poco harta de lo que le toca vivir, eso es muy alejado a lo que me pasa a mí.
–¿Considera que usted pudo cumplir con todo lo que se había propuesto profesionalmente?
–Sí, y más también, más de lo que había planeado para mí. Por ejemplo, esto de hacer una película, que son lenguajes que no había pensado transitar. Porque era bailarina y no soñaba con hacer cine, siempre pensaba la actuación más relacionada con el teatro, con el escenario. Después se me abrió la posibilidad de hacer televisión, de hacer cine, de hacer teatro de texto, fueron un montón de cosas que ni las había soñado y se me fueron presentando.
–¿Cómo fue la experiencia en el Sundance, su primer festival de cine?
–Fue increíble ver la película terminada por primera vez en el Sundance, con la sala llena de un público totalmente extranjero, con la gente aplaudiendo a rabiar y muy interesados en la película. Fue muy, muy emocionante ver mi primer filme, en el Sundance, embarazada, con la gente tan copada, con Armando, que también era su primera película. Fue una experiencia muy emocionante.
–¿Qué tal fue el viaje con el embarazo?
–Bien, por suerte estaba de cuatro meses y medio, que era una época buena para viajar en avión. Me cansaba, me iba a dormir temprano, no conocí las fiestas ni ninguna de esas cosas de los festivales porque no me daba el cuerpo. Me despertaba muy temprano para hacer notas e ir a los screenings de las películas, pero lo llevé muy bien, lo disfruté mucho.
–¿Vive un embarazo tranquilo?
–Sí, salvo los primeros meses que la pasé mal. Estuve un mes en cama por pérdidas, eso fue bastante duro. Pero ahora, en este momento lo estoy pasando muy bien, por suerte. Tengo una panzota gigante. Ahora empiezo a tener algunas dificultades para moverme, pero te vas acostumbrando. Igual estoy muy vaga, así que mucho no quiero moverme.
–¿Está haciendo algún tipo de ejercicio?
–Estoy bastante fiaca. Voy a mi clase de yoga ashtanga y mi maestra me adapta la práctica al embarazo. Porque esta práctica es muy fuerte y yo estoy haciéndola de manera bastante tranquila. Embarazada hay un montón de cosas que no puedo hacer, pero me hace muy bien a la espalda, a los dolores. Me hace mantener el cuerpo más o menos firme, aunque vaya aumentando de peso, pero ayuda a no deteriorarme tanto.
–¿Se está cuidando, o se relajó y se entregó a los antojos?
–A full, me como todo lo que tengo ganas. No me privo de nada aunque el médico me rete. No tuve antojos extraños, pero te dan ganas de comer algo siempre. Lo que me pasó es que antes me gustaban mucho, mucho los dulces y ahora también, pero me antojo más con lo salado. Te cambian un poco los gustos.
–¿Le tocó a Adrián Suar salir a la madrugada a buscar algo para complacer antojos?
–No. Él igual está a full, es un gran compañero, está atento siempre a todo lo que quiero. Pero no lo mandé a hacer nada raro, pobrecito.
–Viene de una familia numerosa, ¿piensa formar una familia grande también?
–No. nosotros somos seis hermanos y no sé cómo hizo mi madre. No me imagino para nada así. Estoy feliz de que mi hija ya tenga un hermano, así no tengo la responsabilidad de tener sí o sí otro hijo. En principio, con ésta estoy bien, después veré. No sé cómo es, no puedo imaginármelo, creo que va a ser algo que no te lo pueden contar. Yo soy la segunda, la más chica tiene 20 años y la más grande 35.
–Entonces vivió un poco la experiencia de cuidar bebés.
–Sí, a la más chica la he cuidado, le he cambiado los pañales, la he llevado a la escuela. Yo tenía 14 años y lo hacía perfecto.
–¿Se imagina como mamá?
–Fantaseo mil cosas, la verdad es que son tantas como madres existen. No sé cómo me puede pegar, imagino que me pueden agarrar extremos totalmente opuestos, así que no tengo idea. A Adrián ya lo veo como padre y sé que va a ser excelente. Es un placer verlo con su hijo, es un amor, es la luz de sus ojos y vive pensando en él y extrañándolo cuando no lo ve.
–¿El parto le da miedo?
–No, estoy bastante tranquila. No tengo muchos miedos, más que lo normal, digamos, que salga todo bien, esas cosas que preocupan, pero no estoy miedosa ni obsesiva. Hasta que no te pase no sabés si vas a gritar o no. Yo no sé cuál es mi umbral de dolor o cuánto dolor será un parto, espero que no me duela mucho. Antes estaba más ansiosa, ahora ya estoy más tranquila. Pero supongo que para los últimos momentos va a ser más pesado y uno debe querer parir ya.
–Va a ser la primera hija mujer de Adrián, ¿va a ser la niña mimada?
–Sí, por lo menos por nosotros que la esperamos tanto, tan ansiosos. Por parte de mi familia también porque es la primera nieta, la primera sobrina de todos mis hermanos. La más mimada va a ser. Mis papás están muy felices, ellos son docentes, se jubilaron este año y son muy jóvenes, 58 y 60 años, así que están perfectos para criar a su nieta. Llega en un momento ideal.
–¿Cómo fue la elección del nombre Margarita para su hija?
–Hace muchos años que habíamos empezado a hablar de ese nombre. No sabemos ni siquiera a quién se le ocurrió primero, nos gustaba a los dos, así que cuando supimos que era nena no tuvimos que pensar ni un segundo, ya tenía su nombre.
–Llegó a un punto muy pleno en su carrera y su vida personal, ¿qué balance hace de estos años?
–Obviamente es positivísimo y con mucha responsabilidad de lo que me toca. Tengo en cuenta que he trabajado mucho y que mi vocación me ha llevado a lograr un montón de cosas que quería en el trabajo. Soy muy trabajadora. El balance es positivo, lo que más alegría me da es tener trabajo siempre, que ése era mi sueño, poder vivir de lo que a mí me gusta. Cuando era más chica, al terminar la escuela de danza, no tenía tanta noción, pensaba que vos querías bailar y bailabas, después me di cuenta de que era difícil. Lo que siempre rogaba era poder vivir de lo que a mí me gusta, que parece que en este país es un privilegio enorme. Es el mayor de los privilegios, porque es todo ganancia, ganás en salud mental, en disfrutar de tu vida.
Revista Semanario(18/04/2012)
"Es raro no trabajar,ahora me dedico a leer"
Revista LaNacion(22/04/2012)
"Primero tengo que ver cómo me pega la maternidad. Hay cosas que de todos modos ya me di cuenta: hacer teatro y tele al mismo tiempo no va más. Cada año tendré que elegir si hago televisión o teatro. O si hago una película. Porque el cine, para los actores, es menos esclavo. Menos que el teatro seguro, donde no podés faltar ni un día. Porque si faltás hay que suspender la función y es una tragedia."
Esta tranquilidad, esta misión zen de no superponer trabajos es tan nueva para Siciliani como la maternidad. Ya se dijo: antes ocurría todo lo contrario. Si hasta lo imposible -filmar una película al mismo tiempo en que se protagoniza un unitario y una exigente obra de teatro- ella lo hizo posible.
"El rodaje de El último Elvis fue durante el tiempo de Para vestir santos y Corazón idiota. En los días que no grababa, filmaba, y de ahí me iba al teatro. Fue un año muy cargado, de mucho esfuerzo, pero si no lo intentaba no la podía hacer y me daba mucha pena no poder hacerla", cuenta la actriz que eligió este film para su debut en cine sin haber leído el guión que Bo escribió junto a Nicolás Giacobone, con el que también había compartido la autoría del libro de Biutiful, la película de Alejandro González Iñárritu.
"En 2007 me enteré de que me querían ver para un casting de una película. Mi representante me contó la historia, me pareció espectacular, quería audicionar y después no supe nada más. Pasaron los años y en 2010 me llamó el director de casting, Javier Braier, para hablarme de la misma película, me dio un DVD y el guión. Llegué a mi casa, lo vi y lo llamé a Javier para aceptar el papel sin ver el guión", se entusiasma Siciliani.
Las imágenes que la decidieron sin duda ni pausa eran las de la prueba de cámara de John Mc Inerny, el protagonista del film, el que interpreta, sin ser actor pero con una voz prodigiosa, al último Elvis del título. Un hombre que se llama Carlos Gutiérrez, vive en Avellaneda, pero está convencido de que su talento para cantar como el Rey del Rock se lo legó el mismísimo muchacho de Memphis desde el más allá.
"Hablé con Armando y él me preguntó si estaba de acuerdo con afearme para la película. Me decía que hay muchas actrices que no quieren aparecer más viejas, más feas, más secas y que eso era lo que él necesitaba. Yo estuve de acuerdo. En el guión estaba claro el rol que juega mi personaje. Es una mina que tenía que tener mucha tierra, una mina que no tenía vuelo, ni luz ni nada. Es una mujer que está ajada. Y para mí era un desafío sacarme de encima el histrionismo y el brillo que en general me toca interpretar. Armando me repetía que me tenía que sacar la luz", recuerda Siciliani y dice que la insistencia dio sus frutos. Aunque fueran unos frutos bastante inusuales para una actriz con tanto carisma como ella.
"La gente que venía al rodaje no me reconocía. Armando me contó que en unas funciones que hizo con amigos y otros directores antes de que la película estuviese completamente terminada, mostrándoles una versión sin títulos, muchos no se daban cuenta de que la que interpretaba a Alejandra era yo. Eso fue genial para nosotros. Me acuerdo de que hasta lo festejamos con un abrazo. Para él era muy importante que no se viera en pantalla a Griselda Siciliani haciendo de una chica ajada", dice ella, la única intérprete que debuta en cine -antes había bailado en una escena de La antena de Esteban Sapir-, con la esperanza de que nadie la reconozca.
Aunque ya pasó bastante tiempo y ahora su concentración está puesta en lo que vendrá, la hija que tendrá con su pareja, Adrián Suar, algo de aquel rodaje compartido con actores no profesionales, entre ellos una nena que hacía de su hija llamada Margarita [López] -"como mi hija", dice-, se vuelve presente y de alguna manera se conecta con su maternidad, con la paternidad. "La filmación fue maravillosa, a todo el equipo se le notaba el proceso de años de trabajo que tuvieron con la película. Fui muy respetuosa con ellos porque uno siempre está un poco más alejado del corazón del asunto que los guionistas y directores. Para Armando es algo muy propio, muy personal. Es como un hijo al que estuvieron cuidando durante años ", dice Griselda, que entre una siesta y otra, entre el prólogo de una novela y el epílogo de otra se está preparando para hacer lo mismo, para la llegada de Margarita. Y al trabajo, por ahora, le toca otra dulce espera.
LA EXPERIENCIA SUNDANCE
Unos cuantos meses antes de que llegara el estreno local, mucho tiempo antes de que El último Elvis fuera la película de apertura del Bafici, estuvo Sundance, el más importante festival de cine independiente que se lleva a cabo en pleno invierno norteamericano en la nevada Park City.
"Un día me llamó Armando y me contó que la película había entrado en la competencia oficial de Sundance. Tenía idea de la importancia del festival, pero después me empecé a enterar de la cantidad de films que se presentan. Participar entre las catorce películas de todo el mundo era casi como ganar un premio. Estaba en reposo cuando me avisó pero suponía que cuando fuera el festival ya iba a estar bien y para mí la única manera de ir a un festival es no estar trabajando y no estar trabajando significa estar embarazada o que me cortaran una pierna", se ríe Siciliani mientras recuerda su aspecto, cero glamour, cuando llegó al festival creado por Robert Redford. "Parecía un equeco con la panza, el suéter y la campera", dice y larga la carcajada, contenta por haber viajado al festival, embarazada y, por suerte, con las dos piernas intactas..
Su simpatía traspasó la pantalla desde que interpretaba a Flor, la secretaria enamorada de Nilsen (Adrián Suar) en "Sin código", y a pesar de que la caracterización hacía casi imposible reconocerla, de ahí en más, sólo sumó popularidad con los papeles que siguieron. Fue el directivo de Canal 13 quién descubrió esa chispa en ella mientras formaba parte de "Revista Nacional" y la llevó directo a la televisión. Así fue cómo la bailarina se consagró como comediante, ámbito en el que demostró moverse con soltura y comodidad.
Este es un año clave para Griselda Siciliani, ya que está a punto de ser madre por primera vez junto con su pareja, Adrián Suar, y cumplió uno más de sus más ansiados desafíos profesionales: debutar en el cine. Esperó mucho para esto, pero finalmente dio sus primeros pasos de la mano de Armando Bo (nieto) en "El último Elvis", donde accedió a hacer una transformación total de aspecto, tiñéndose de rubio y luciendo muy desmejorada para encarnar a su personaje. Además, como plus, trabajó junto a compañeros que no eran actores. "Tuve otras propuestas, algunas más interesantes que otras, pero después no las podía concretar por el tiempo, por estar grabando para televisión, por estar haciendo alguna obra. Pero nunca hubo un proyecto en el que yo dijera, acá hago lo imposible por filmarlo aunque esté haciendo otra cosa. Entonces llegó esto. Yo estaba haciendo un programa de televisión, pero me organicé porque sentía que el guión, la estética que proponía Armando, el personaje, eran un desafío fuerte. Era cambiar mucho, afearme, hacer algo que nunca había hecho, un personaje con un color diferente. Desafíos que no me quería perder", explica a 7 DÍAS.
–¿Qué fue lo que más le costó de encarar este personaje?
–Eso de estar muy seca, muy hosca. Es un personaje muy apagado, con cero histrionismo, cero brillos y luz, no tiene simpatía. Es todo lo opuesto a mí, es opaco y triste, es un personaje muy envejecido. Es muy diferente a lo que es mi vida. Es una mujer más grande que yo en edad, que trabaja de cajera en el supermercado, que se separó y tiene una hija con un hombre al que no soporta, que no la ayuda en nada. Es una mujer que está un poco harta de lo que le toca vivir, eso es muy alejado a lo que me pasa a mí.
–¿Considera que usted pudo cumplir con todo lo que se había propuesto profesionalmente?
–Sí, y más también, más de lo que había planeado para mí. Por ejemplo, esto de hacer una película, que son lenguajes que no había pensado transitar. Porque era bailarina y no soñaba con hacer cine, siempre pensaba la actuación más relacionada con el teatro, con el escenario. Después se me abrió la posibilidad de hacer televisión, de hacer cine, de hacer teatro de texto, fueron un montón de cosas que ni las había soñado y se me fueron presentando.
–¿Cómo fue la experiencia en el Sundance, su primer festival de cine?
–Fue increíble ver la película terminada por primera vez en el Sundance, con la sala llena de un público totalmente extranjero, con la gente aplaudiendo a rabiar y muy interesados en la película. Fue muy, muy emocionante ver mi primer filme, en el Sundance, embarazada, con la gente tan copada, con Armando, que también era su primera película. Fue una experiencia muy emocionante.
–¿Qué tal fue el viaje con el embarazo?
–Bien, por suerte estaba de cuatro meses y medio, que era una época buena para viajar en avión. Me cansaba, me iba a dormir temprano, no conocí las fiestas ni ninguna de esas cosas de los festivales porque no me daba el cuerpo. Me despertaba muy temprano para hacer notas e ir a los screenings de las películas, pero lo llevé muy bien, lo disfruté mucho.
–¿Vive un embarazo tranquilo?
–Sí, salvo los primeros meses que la pasé mal. Estuve un mes en cama por pérdidas, eso fue bastante duro. Pero ahora, en este momento lo estoy pasando muy bien, por suerte. Tengo una panzota gigante. Ahora empiezo a tener algunas dificultades para moverme, pero te vas acostumbrando. Igual estoy muy vaga, así que mucho no quiero moverme.
–¿Está haciendo algún tipo de ejercicio?
–Estoy bastante fiaca. Voy a mi clase de yoga ashtanga y mi maestra me adapta la práctica al embarazo. Porque esta práctica es muy fuerte y yo estoy haciéndola de manera bastante tranquila. Embarazada hay un montón de cosas que no puedo hacer, pero me hace muy bien a la espalda, a los dolores. Me hace mantener el cuerpo más o menos firme, aunque vaya aumentando de peso, pero ayuda a no deteriorarme tanto.
–¿Se está cuidando, o se relajó y se entregó a los antojos?
–A full, me como todo lo que tengo ganas. No me privo de nada aunque el médico me rete. No tuve antojos extraños, pero te dan ganas de comer algo siempre. Lo que me pasó es que antes me gustaban mucho, mucho los dulces y ahora también, pero me antojo más con lo salado. Te cambian un poco los gustos.
–¿Le tocó a Adrián Suar salir a la madrugada a buscar algo para complacer antojos?
–No. Él igual está a full, es un gran compañero, está atento siempre a todo lo que quiero. Pero no lo mandé a hacer nada raro, pobrecito.
–Viene de una familia numerosa, ¿piensa formar una familia grande también?
–No. nosotros somos seis hermanos y no sé cómo hizo mi madre. No me imagino para nada así. Estoy feliz de que mi hija ya tenga un hermano, así no tengo la responsabilidad de tener sí o sí otro hijo. En principio, con ésta estoy bien, después veré. No sé cómo es, no puedo imaginármelo, creo que va a ser algo que no te lo pueden contar. Yo soy la segunda, la más chica tiene 20 años y la más grande 35.
–Entonces vivió un poco la experiencia de cuidar bebés.
–Sí, a la más chica la he cuidado, le he cambiado los pañales, la he llevado a la escuela. Yo tenía 14 años y lo hacía perfecto.
–¿Se imagina como mamá?
–Fantaseo mil cosas, la verdad es que son tantas como madres existen. No sé cómo me puede pegar, imagino que me pueden agarrar extremos totalmente opuestos, así que no tengo idea. A Adrián ya lo veo como padre y sé que va a ser excelente. Es un placer verlo con su hijo, es un amor, es la luz de sus ojos y vive pensando en él y extrañándolo cuando no lo ve.
–¿El parto le da miedo?
–No, estoy bastante tranquila. No tengo muchos miedos, más que lo normal, digamos, que salga todo bien, esas cosas que preocupan, pero no estoy miedosa ni obsesiva. Hasta que no te pase no sabés si vas a gritar o no. Yo no sé cuál es mi umbral de dolor o cuánto dolor será un parto, espero que no me duela mucho. Antes estaba más ansiosa, ahora ya estoy más tranquila. Pero supongo que para los últimos momentos va a ser más pesado y uno debe querer parir ya.
–Va a ser la primera hija mujer de Adrián, ¿va a ser la niña mimada?
–Sí, por lo menos por nosotros que la esperamos tanto, tan ansiosos. Por parte de mi familia también porque es la primera nieta, la primera sobrina de todos mis hermanos. La más mimada va a ser. Mis papás están muy felices, ellos son docentes, se jubilaron este año y son muy jóvenes, 58 y 60 años, así que están perfectos para criar a su nieta. Llega en un momento ideal.
–¿Cómo fue la elección del nombre Margarita para su hija?
–Hace muchos años que habíamos empezado a hablar de ese nombre. No sabemos ni siquiera a quién se le ocurrió primero, nos gustaba a los dos, así que cuando supimos que era nena no tuvimos que pensar ni un segundo, ya tenía su nombre.
–Llegó a un punto muy pleno en su carrera y su vida personal, ¿qué balance hace de estos años?
–Obviamente es positivísimo y con mucha responsabilidad de lo que me toca. Tengo en cuenta que he trabajado mucho y que mi vocación me ha llevado a lograr un montón de cosas que quería en el trabajo. Soy muy trabajadora. El balance es positivo, lo que más alegría me da es tener trabajo siempre, que ése era mi sueño, poder vivir de lo que a mí me gusta. Cuando era más chica, al terminar la escuela de danza, no tenía tanta noción, pensaba que vos querías bailar y bailabas, después me di cuenta de que era difícil. Lo que siempre rogaba era poder vivir de lo que a mí me gusta, que parece que en este país es un privilegio enorme. Es el mayor de los privilegios, porque es todo ganancia, ganás en salud mental, en disfrutar de tu vida.
Revista Semanario(18/04/2012)
"Es raro no trabajar,ahora me dedico a leer"
Revista LaNacion(22/04/2012)
Griselda Siciliani:en nuevos territorios
Mientras espera el estreno de El último Elvis, que llega a las salas el jueves, la hiperactiva actriz cuenta que ha bajado las revoluciones para disfrutar su embarazo.
Duermo mucho, de hecho me acostumbré a dormir hasta el mediodía porque a la noche estoy hasta las cuatro de la mañana despierta yendo a hacer pis. Así estoy hoy, empollando. Leyendo todo el día, con un nivel de estrés cero, bajo cero. Un estado que creo que no lo tuve ni de chica", dice Griselda Siciliani y lo cierto es que ese estado se le nota en la cara. Y en la panza, obvio. Griselda está embarazada de Margarita, que aunque todavía no llegó ya logró lo que parecía imposible, lo inédito, que su mamá bajara la velocidad de una carrera que la tiene hace años entre lo mejor para ver tanto en la televisión como en el teatro. Y muchas veces en los dos lugares al mismo tiempo, grabando todo el día y haciendo función a la noche como si sus días no tuvieran 24 sino 48 horas. Pero eso fue antes, porque ahora su actividad más intensa, además del necesario sueño, claro, es leer y leer y leer. Esta charla para hablar de El último Elvis, la película de Armando Bo que Disney estrena el jueves, es lo más parecido a la exigencia laboral que tendrá en mucho tiempo.
"Le decía a mi hermana que mido mi nivel de tranquilidad por la lectura. Nunca me pasó de meterme en una novela tras otra sin pensar: «Ay, tendría que estar estudiando la letra» o «tendría que ir mirando tal proyecto, por este ratito que tengo no voy a abrir el libro». En cambio, ahora me leo una novela en un día. Y lo estoy disfrutando a full, porque es un estado nuevo y único. Estoy a pleno con el ocio creativo", cuenta Siciliani y se ríe un poco porque ni ella misma pensó que esto -que ella embarazada- iba a ser así. Después de todo ésta es la misma persona que se tomó exactamente siete días de descanso entre el final del unitario Para vestir santos y el comienzo de las grabaciones de Los únicos, ciclo por el que acaba de ser nominada para un Martín Fierro a la mejor actriz de novela. La misma que vivía en el reverso del estrés bajo cero empollador, con mucha creatividad, pero poco ocio."No extraño el trabajo"
"Este es el primer descanso que me tomo después de dos años y medio seguidos de televisión y de hacer además la trasnoche teatral con la obra Corazón idiota. Pero no extraño el trabajo. Pensé que me iba a poner a proyectar mucho, a armar alguna movida independiente y aunque me junté con los chicos de El Descueve, siempre hablamos muy a futuro, para 2014 o la segunda mitad de 2013. La verdad es que pensé que iba a tener mucha más ansiedad por el trabajo, pero es tan raro lo que pasa en el cuerpo que de alguna manera te obliga a ubicarte en esta situación", explica y adelanta: toda decisión relacionada con el trabajo está demorada hasta después del parto."Primero tengo que ver cómo me pega la maternidad. Hay cosas que de todos modos ya me di cuenta: hacer teatro y tele al mismo tiempo no va más. Cada año tendré que elegir si hago televisión o teatro. O si hago una película. Porque el cine, para los actores, es menos esclavo. Menos que el teatro seguro, donde no podés faltar ni un día. Porque si faltás hay que suspender la función y es una tragedia."
Esta tranquilidad, esta misión zen de no superponer trabajos es tan nueva para Siciliani como la maternidad. Ya se dijo: antes ocurría todo lo contrario. Si hasta lo imposible -filmar una película al mismo tiempo en que se protagoniza un unitario y una exigente obra de teatro- ella lo hizo posible.
"El rodaje de El último Elvis fue durante el tiempo de Para vestir santos y Corazón idiota. En los días que no grababa, filmaba, y de ahí me iba al teatro. Fue un año muy cargado, de mucho esfuerzo, pero si no lo intentaba no la podía hacer y me daba mucha pena no poder hacerla", cuenta la actriz que eligió este film para su debut en cine sin haber leído el guión que Bo escribió junto a Nicolás Giacobone, con el que también había compartido la autoría del libro de Biutiful, la película de Alejandro González Iñárritu.
"En 2007 me enteré de que me querían ver para un casting de una película. Mi representante me contó la historia, me pareció espectacular, quería audicionar y después no supe nada más. Pasaron los años y en 2010 me llamó el director de casting, Javier Braier, para hablarme de la misma película, me dio un DVD y el guión. Llegué a mi casa, lo vi y lo llamé a Javier para aceptar el papel sin ver el guión", se entusiasma Siciliani.
Las imágenes que la decidieron sin duda ni pausa eran las de la prueba de cámara de John Mc Inerny, el protagonista del film, el que interpreta, sin ser actor pero con una voz prodigiosa, al último Elvis del título. Un hombre que se llama Carlos Gutiérrez, vive en Avellaneda, pero está convencido de que su talento para cantar como el Rey del Rock se lo legó el mismísimo muchacho de Memphis desde el más allá.
La decisión
"Me recomendaron que leyera el guión porque mi personaje no tiene muchas escenas, pero eso no me importaba. Yo quería hacer la película aunque tuviera una sola porque realmente quería participar de este proyecto cuando vi a John cantando con la guitarra. Era una situación que tenía belleza, duraba un minuto y me conmovió. Me pareció que si me pasaba eso con una prueba de cámara estaba claro que me interesaba lo que querían contar", explica Griselda que eventualmente leyó el guión, se reunió con Bo y aceptó un radical cambio de aspecto para interpretar a Alejandra Olemberg, la ex mujer del Elvis local que prefiere llamarla Priscilla, aunque en nada se parezca a la belleza con la que Presley se casó y tuvo a su única hija, Lisa Marie."Hablé con Armando y él me preguntó si estaba de acuerdo con afearme para la película. Me decía que hay muchas actrices que no quieren aparecer más viejas, más feas, más secas y que eso era lo que él necesitaba. Yo estuve de acuerdo. En el guión estaba claro el rol que juega mi personaje. Es una mina que tenía que tener mucha tierra, una mina que no tenía vuelo, ni luz ni nada. Es una mujer que está ajada. Y para mí era un desafío sacarme de encima el histrionismo y el brillo que en general me toca interpretar. Armando me repetía que me tenía que sacar la luz", recuerda Siciliani y dice que la insistencia dio sus frutos. Aunque fueran unos frutos bastante inusuales para una actriz con tanto carisma como ella.
"La gente que venía al rodaje no me reconocía. Armando me contó que en unas funciones que hizo con amigos y otros directores antes de que la película estuviese completamente terminada, mostrándoles una versión sin títulos, muchos no se daban cuenta de que la que interpretaba a Alejandra era yo. Eso fue genial para nosotros. Me acuerdo de que hasta lo festejamos con un abrazo. Para él era muy importante que no se viera en pantalla a Griselda Siciliani haciendo de una chica ajada", dice ella, la única intérprete que debuta en cine -antes había bailado en una escena de La antena de Esteban Sapir-, con la esperanza de que nadie la reconozca.
Aunque ya pasó bastante tiempo y ahora su concentración está puesta en lo que vendrá, la hija que tendrá con su pareja, Adrián Suar, algo de aquel rodaje compartido con actores no profesionales, entre ellos una nena que hacía de su hija llamada Margarita [López] -"como mi hija", dice-, se vuelve presente y de alguna manera se conecta con su maternidad, con la paternidad. "La filmación fue maravillosa, a todo el equipo se le notaba el proceso de años de trabajo que tuvieron con la película. Fui muy respetuosa con ellos porque uno siempre está un poco más alejado del corazón del asunto que los guionistas y directores. Para Armando es algo muy propio, muy personal. Es como un hijo al que estuvieron cuidando durante años ", dice Griselda, que entre una siesta y otra, entre el prólogo de una novela y el epílogo de otra se está preparando para hacer lo mismo, para la llegada de Margarita. Y al trabajo, por ahora, le toca otra dulce espera.
LA EXPERIENCIA SUNDANCE
Unos cuantos meses antes de que llegara el estreno local, mucho tiempo antes de que El último Elvis fuera la película de apertura del Bafici, estuvo Sundance, el más importante festival de cine independiente que se lleva a cabo en pleno invierno norteamericano en la nevada Park City.
"Un día me llamó Armando y me contó que la película había entrado en la competencia oficial de Sundance. Tenía idea de la importancia del festival, pero después me empecé a enterar de la cantidad de films que se presentan. Participar entre las catorce películas de todo el mundo era casi como ganar un premio. Estaba en reposo cuando me avisó pero suponía que cuando fuera el festival ya iba a estar bien y para mí la única manera de ir a un festival es no estar trabajando y no estar trabajando significa estar embarazada o que me cortaran una pierna", se ríe Siciliani mientras recuerda su aspecto, cero glamour, cuando llegó al festival creado por Robert Redford. "Parecía un equeco con la panza, el suéter y la campera", dice y larga la carcajada, contenta por haber viajado al festival, embarazada y, por suerte, con las dos piernas intactas..
"Me pasa mas el amor que le tengo a Adrian que mi ego"
La actriz revela sus sentimientos frente a su maternidad, habla de su carrera, de la fama y dice que no le molesta que digan “la mujer de Suar”.
Griselda Sicialini está sorprendida con esto de estar embazada. No tanto con la idea de tener una nena, con su novio, Adrián Suar (¿hay que decir quién es?), sino por el puntual hecho de una persona creciendo en su interior: “Es una persona que vive de vos adentro de tu cuerpo, decí que tiene cierta poética y amor, pero biológicamente es rarísimo”. Su debut en el cine como una ex pareja de un imitador de Elvis fue el film que llevó a Sundance (“Ni siquiera soñaba con hacer una película. Viniendo del teatro, ya de por sí la tele fue raro para mí. Menos me iba a imaginar Sundance con mi primera película.”) Película que se estrena el 26 de abril, dirigida por Armando Bo (el nieto de la leyenda del cine), donde la actriz aceptó trabajar sabiendo que no era protagonista. “No me importaba”, dice ella. Por estos días, madre e hija (Margarita) ya tuvieron su primer instante público: Siciliani mostró la panzota en el video de la banda La Franela.
—El protagonista de la película es un imitador de Elvis que ha moldeado su vida en torno del Rey. ¿Quién sería tu Elvis?
—Mmmm. Sabés que antes pensaba sobre eso, sobre si quería ser como alguien… pero no recuerdo mucho. Recuerdo que cuando era niña, cuando era básicamente una bailarina, mi ídolo era Baryshnikov, así que tenía mis ídolos de la danza, pero no quería ser ellos. Tenía el póster, el video, la fascinación. O mismo Julio Bocca. Pero no recuerdo disfrazarme de otra persona. Ahora de adulto, no…
—Marcaste mucho la palabra “adulto”…
—¿Sí, no? Pero cuando te va bien es muy satisfactorio, el sentir que vas haciendo tu propia personalidad artística en lo profesional. Pero sí, ahora que estoy embarazada definitivamente soy un adulto. No me da miedo. Me llama la atención que uno se siente más joven de lo que es, siempre. Ves a uno de 28 y pensás es igual que yo. Y no. Mi mamá a los 30 tenía cinco hijos, ya. ¡Cinco veces había parido! ¡Así! ¡Siendo docentes! Y yo pienso: “Uh, voy a tener un hijo, ¿estaré preparada?” ¡Ya soy una vieja prácticamente! Es otro mundo.
—¿Estás preparada? ¿Te gustaría ser el Elvis de tu hija?
—Yo creo que sí, que voy a estar preparada. A medida que pasa el embarazo, voy perdiendo los miedos y digo, bueno, yo seré como pueda. Como que estar preparado es estar atentos pienso, poder amar a ese hijo como uno pueda. Después lo que a uno le gustaría ser como padre o no, equivocarse o no…eso antes estaba en un primer plano, llevado a la realidad es otra cosa lo que te preocupa.
—¿Y te da miedo que sea la “la hija de…”, que las revistas quieran fotos de ella saliendo del colegio? Son algo así como los Brangelina locales.
—Bueno, no tanto. Primero tendríamos que adoptar a unos ocho o nueve más. No me da miedo porque yo vivo con mucho relajo mi pareja. Tendría que estar atenta a que ella tenga muchas visiones de cómo es el mundo y no sólo ésta, la de ser “la hija de…”. Pero al mismo tiempo, ésa va a ser su realidad, siempre y cuando no lo viva infelizmente. Otros chicos sabrán lo que es ser hijo de padres docentes porque es lo que les tocó. A lo que tengo que estar atenta es a la sanidad psicológica.
—Alguien le dijo a Jagger: “Vas a ser tan famoso que te van a sacar fotos cuando pases por los aeropuertos”. Vos, ¿cómo vivís la fama?
—La vivo bastante bien, porque en mi caso es consecuencia de un trabajo y de mi dedicación. El que sufre por eso es porque está sufriendo por otra cosa. No sé, Maradona realmente no puede salir a la calle, en ningún lugar del mundo. Que te saquen una foto cuando salís de comer no es un asedio. Pero ahora te saca más fotos la gente que los fotógrafos: ¡estás toda crota yendo al supermercado y te quieren sacar una foto!
—¿Te da miedo perder ese día a día, el poder ir al supermercado?
—Lo único que pasa es que la gente te mira. Y hay algo extraño: te acostumbrás. Cuando me voy a otro país, ahí sentís que no te miran, realmente. Es lo máximo que la gente te mire, la verdad. No tiene ni comparación lo que ganás contra lo que perdés.
—¿Qué hacés cuando en un país tan machista se usa el mote “la mujer de Suar”?
—Y... me la fumo. En un punto es el machismo y en otro, porque Adrián es un personaje muy importante dentro del medio. Supongo que si él fuera una mujer y tuviera ese rol, sería “el hombre de…”. Sé entender eso.
—¿Pensaste mucho en eso antes de salir con él?
—¡Sí! Porque el ego es muy grande. Pero nunca me pegó mal porque estoy enamorada de él. Supongo que debe ser más raro para “la hija de…”. Me pesa más el amor que le tengo que el ego que tengo, al que le molesta que me digan “la mujer de…”.
—¿Qué te gustaría que fuera Margarita?
Ni idea. Imagino que va a tener una inclinación artística. Soy actriz y mis padres son docentes. Somos seis hermanos y cada uno hace una cosa distinta.
—¿Cinco hermanos para Margarita, entonces?
—Ahí, sabes que me siento re mezquina, porque tener hermanos es lo más, tengo un tatuaje que dice “hermanos”. Le agradezco al hijo de Adrián, a Tomás, su existencia porque ya tiene un hermano de entrada.
—¿Qué no harías laboralmente? ¿Un “Bailando”?
—Creo que no conduciría nunca un programa. No me gusta. No me sale. Entiendo que es medio un personaje, pero siento que yo sería malísima. ShowMatch me ofrecieron mil veces. “Bailando” siempre me atrae por esa intensidad con la que entrenan y bailan y bailan, ya que trabajar de bailar es lo que hice toda la vida. Pero después, tengo que hacer de mí, que es algo con lo que no estoy tan cómoda.
—Podés hacer un personaje.
—Hay un jurado, es un concurso. No sé si me atrevería a concursar públicamente. No disfruto eso. Pero es atractivo estar bailando, bailando, y un ritmo y después otro. Hay algo de juego en eso. Por ahí ahora te digo que no, pero en otro momento, estoy. Nunca se sabe cuándo se va a pasar hambre.
Revista Hola(25/04/2012)
"No trabajo de mujer de Adrian"
La actriz que espera un hijo con Suar, su pareja desde hace cinco años, se confiesa en la víspera del estreno de su primera película, El último Elvis.
Faltan poquísimas semanas para el parto. O muchas, según el nivel de ansiedad de cada madre. En el caso de Griselda Siciliani, la palabra que define su estado es "tranquilidad". Tiene la voz tomada por un "resfrío estacional", pero no puede medicarse por "Margarita". No le importa. No va a dejar que nada detenga las oleadas de felicidad que vienen por todos los frentes: sentimental, familiar y profesional.
"La primera vez que la vi completa fue en el Sundance. Fue muy emocionante, rarísimo verla con un público extranjero", dice, en diálogo con hola.com.ar . Asegura que nunca se imaginó hacer una película y que llegue a verse en festivales internacionales o, al menos, no se lo vio venir: "No intuía todo esto. Más sin pertenecer al mundo del cine. Hay gente que se dedica hace mucho y tiene más olfato para saber si la película va o no al exterior. Mi intuición fue más por el lado del personaje porque sentía que me servía a mí porque es opuesto a todo lo que hice en mi carrera como actriz, a nivel estético, a nivel lenguaje expresivo. Tuve que trabajar otra cosa y eso era interesante para mí".
En la película, su ex marido se cree Elvis Presley. Es un imitador del "Rey" que vive en la fantasía de encarnarlo, aunque su vida real dista mucho de toda la parafernalia del espectáculo. "Mi personaje es el que lo ve casi como lo ve el público. La película lo muestra más como un ganador. Mi personaje lo ve real. Ella está harta. Tienen una hija pero es muy difícil compartir la crianza con él", explica Griselda. Abunda en detalles porque la apasiona la historia, pero sobre todo, le apasiona verse convertida en ese personaje. Tuvo que teñirse el pelo, "afearse". "Todavía me resulta difícil reconocerme en la pantalla", declara.
Acostumbrada a trabajar en un ambiente más íntimo en el teatro, su primer gran contacto con el público masivo fue con la telenovela infanto-juvenil Patito Feo. La producción de Ideas del Sur la llevó a protagonizar temporadas con la versión teatral con un público adolescente que agotaba entradas y la esperaba a la salida de las funciones para conseguir una foto o un autógrafo. "Creí que nunca más iba a vivir eso de salir en una camioneta del teatro como los Rolling Stones. Hasta que llegó el fenómeno de Los Unicos . Me hizo muy feliz. Fue un boom impresionante", comenta. Teatro, televisión y cine. Griselda parece querer abarcarlo todo: "Me pasa que soy muy voraz. Me gusta mucho el teatro, para lo que hay que tener tiempo. Porque cuando decidís hacer una temporada tenes todas las noches ocupadas. Eso como primer amor siempre va a estar. Hace un año o dos que no hago y ya extraño. Lo tengo ahí. La televisión también me encanta y por suerte, gracias a Dios, siempre tengo muchas propuestas. Y sí me gustaría hacer más cine para poder seguir creciendo en este lenguaje que es totalmente diferente a todo lo que hice antes". Lo quiere todo, pero más que nada, a esa panzota que ya pide sala para dar a luz a Margarita: "No sé lo que es tener un hijo, no sé lo que voy a sentir. Pero creo que voy a querer estar todo el tiempo con ella. Por eso, no voy a meterme en otro proyecto por este año".
La maternidad al lado de Adrian Suar
Cuando llegaba al tercer mes de embarazo, Griselda tuvo un susto importante: tuvo pérdidas y le recomendaron hacer reposo absoluto. "No la pasé bien. Me desbarajustó toda la vida ese mes. Tuve que irme de Los Unicos y entender que 'pérdidas' era igual a 'cama'. Sin embargo, aprendí a relajarme. Le hice caso al médico y cuando pasó el tercer mes de embarazo ya todo fue más tranquilo", recuerda ahora. Dice que es muy "colgada" con los preparativos para el parto y que hasta hace unas semanas no tenía nada previsto. "Los mismos nueve meses te van llevando a comprar las cosas que necesitás y a organizarte. ¡No tenía ni siquiera pensado quién sería el pediatra!", cuenta entre risas. "Por suerte, Adrián es mucho más prolijo con esas cosas que yo", agrega con orgullo.
Conciente de que ser la pareja de uno de los grandes productores de la televisión argentina le significa una exposición mediática extra, asegura que logró mantener un equilibrio entre su vida privada y su vida pública:
"No me expongo mucho. Jamás hago una nota con él ni una tapa de revista. No trabajo de mujer de Adrián. Pienso que la exposición la genera uno. Si se está hablando mucho de vos, de con quién salís y con quién no es porque uno lo hace visible. Yo empecé a salir con Adrián hace casi cinco años y se habló de mí porque era noticia que sea su novia. Se habló en ese momento y yo no hice nada. Me ofrecieron notas y no acepté. No quería ensuciarme con algo más amarillo. Si uno no genera la histeria no hay, y a mí me tratan con mucho respeto"..
Revista Hola
Griselda Siciliani:"Quiero que mi hija nazca ya"
La actriz se animó a asistir a los Martín Fierro, a pocos días de dar a luz, y habló con hola.com.ar
"Estoy feliz, la verdad es que lo esperaba porque nos lo merecíamos, fue una gran comedia", nos contó la actriz luego de subir a recibir el premio. "Fue un programa que quise mucho y además fue mi primer protagónico a la noche, popular y para toda la familia. Fue un gran cambio para mí, algo importante y me gusta que lo hayan reconocido".
Cuando le preguntamos sobre el embarazo no pudo ocultar las ganas de conocer a su primera hija. "Estoy ansiosa por la llegada de Margarita, quiero que nazca ya. El año que viene no creo que haga nada, me voy a dedicar a mi niña", nos dijo Griselda con una gran sonrisa mientras acariciaba la panza y se disponía a disfrutar del postre y del final de la ceremonia.
Los festejos por el éxito de Los Unicos concluyeron para la actriz poco tiempo después de concluida la ceremonia, agotada después de tanto ajetreo cuando le faltan apenas unos días para dar a luz. Sin embargo, se levantó temprano esta mañana para twittear mensajes de felicidad: "A los que me preguntan por qué fui tan embarazada: porque si protagonizaste un éxito tan grande ¡tenés que ir a apoyarlo!¡ Y esta buenísimo! Además todos los programas que hice ganaron el Martín Fierro. ¡Cómo no voy a ir! Ja ( Sin código , Sos mi vida , Patito feo , Para vestir santos y Los únicos )", escribió en la red social..
Revista Caras
Suar:"Quiero conocer a mi princesa"
Adrian Suar (44) fue el dueño de todos los flashes al terminar la entrega de los Martín Fierro. Gracias a “El Puntero” se llevó el galardón de Oro y lo celebró junto a Griselda Siciliani (34), quien ese mismo día tenía posible fecha de parto para el nacimiento de la hija de ambos, Margarita.
Con el Martín Fierro de Oro que ganó “El Puntero” en su mano, y acariciando la panza de 9 meses de su mujer, Griselda Siciliani, Adrián disfruta de su gran presente
La actriz tenia fecha de parto para el domingo,pero pudo acompanarlo a la entrega y celebro el triunfo.Se mostro tranquila y feliz.
Griselda junto a Gabriela Toscano y Celeste Cid.
Revista Hola(15/06/12)
Nació la hija de Griselda Siciliani y Adrián Suar
La actriz dio a luz este viernes.
Era inminente. Todos vimos la panza de Griselda Siciliani en la noche de los Martín Fierro, hace tan sólo dos semanas, y supimos que faltaba muy poco para que dé a luz. "Quiero que mi hija nazca ya", dijo a hola.com.ar en esa ocasión . Esta semana, tuvimos otra revelación: Griselda publicó en Twitter una foto que le sacó su pareja, Adrián Suar, totalmente desnuda, de perfil, donde se podía ver con cuánta ansiedad ambos esperaban el nacimiento de Margarita.
El día llegó, finalmente. Todo fue muy rápido. Anoche, Griselda estaba en su casa muy cómoda mirando la televisión. En la madrugada empezó con las contracciones y a las 10.39, según contó con detalles la jefa de prensa de Pol-K, Vanesa Bafaro, nació la niña, que pesó 4.160 kg., por parto natural, en la Clínica Suizo Argentina.Todo es felicidad en el entorno de la familia Suar-Siciliani. Llegó la primera hija de una pareja que disfruta del mejor momento de su relación. No bien se dio a conocer la noticia, Twitter estalló en felicitaciones y muy rápido la frase "Nació Margarita" se convirtió en trending topic (tema más comentado del momento).
Sus amigos del medio televisivo no tardaron en publicar saludos para los flamantes padres: "Felicidades Chueco querido!!!", escribió Federico D'Elía ( @fededelia1 ). Julieta Zylberberg (? @juli_zylberberg), publicó: "@grisici amiga madre!!!! Felicitaciones!! Bienvenida margarita bonita!!!!". Jimena Baron ?( @baronjimena ), muy amiga de Griselda, escribió: "@grisici te amo amiga. Felicidades ?!!!!!! Estoy muy emocionada ?". También Marley (? @marley_ok ), "recién levantado", tal como contó a sus seguidores, envió un mensaje dirigido a la cuenta de Twitter de Griselda: "@grisici FELICIDADES por el nacimiento de Margarita, abrazo grande a Adrian
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